La alimentación repercute tanto en el crecimiento físico como en el intelectual.
De ahí, la importancia de una dieta sana y equilibrada. La alimentación juega un papel muy importante en la salud de las personas. Es esencial que durante la infancia, los niños tengan una buena alimentación y aprendan a comer de forma correcta.
La publicidad o comerciales de la televisión, pueden ser un grave obstáculo para la buena nutrición de su hijo.
La nutrición y la alimentación guiada influyen de manera positiva en la salud cerebral y la calidad de vida.
Una alimentación no adecuada no solo perjudica al crecimiento, también se asocia a deficiencias nutricionales como la falta de vitaminas. Los riesgos de una dieta desequilibrada pueden manifestarse durante toda la vida. La obesidad u otras dolencias derivadas como la diabetes o el colesterol pueden ser causadas por una malnutrición infantil.
Algunos estudios revelan que los niños que ven más de veintidós horas de televisión a la semana (más de tres horas frente a la pantalla al día) tienen mayor tendencia a volverse obesos.
Es durante la infancia cuando se fijan los hábitos alimentarios, y si no se establecen correctamente, serán muy difíciles de cambiar. Con unas rutinas alimentarias adecuadas y un estilo de vida saludable, reduciremos las posibilidades de que el niño/a pueda sufrir ciertas patologías en su edad adulta.
Los niños son extremadamente receptivos a los anuncios de cereales y dulces azucarados, especialmente si han visitado otras casas donde se consumen estos alimentos.
La obesidad es un creciente problema en los niños. Por esta razón, necesita estar consciente de los hábitos alimentarios de su hijo, en casa y fuera de ella, y supervisarlo para asegurarse que está comiendo tan saludablemente como sea posible.
En general, es recomendable que la dieta de los más pequeños sea rica en cereales, frutas y verduras, y escasa en grasas saturadas y sal. Aunque en menor cantidad, también se debe consumir huevos, lácteos y pescado. Limitar la ingesta de carnes rojas y derivados, e incorporar el agua como bebida esencial en las comidas diarias, son otros de los consejos para que los niños sigan una dieta sana y equilibrada.
Para combatir las influencias externas, mantenga su propia casa tan saludable como sea posible. Aprovisiónese con productos bajos en sodio, bajos en azúcares y bajos en grasas. Con el tiempo, los niños se acostumbran a consumir alimentos saludables lo que los hace menos vulnerables a la tentación de consumir los que contienen más azúcar, sal o grasa.
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