LECTURA.-
Poner un animal en nuestras vidas es un acontecimiento que hay que meditar.
Nunca es bueno dejarse llevar por un impulso cuando un cachorro nos mira desde un escaparate, o regalar una mascota como si fuera un juguete. Es preciso asumir la responsabilidad con dedicación y tiempo, así como prever los gastos que representa tener un animal bien cuidado. Todo ello nos puede llenar de satisfacciones.
Tampoco hay que olvidar los cuidados que requiere la salud del animal, siendo necesario acudir de forma periódica al veterinario.
Pasando esta fase sabemos que tener una mascota es algo muy bueno para las personas.
Además de ofrecernos la mejor “amistad” y la máxima fidelidad, un perro o un gato puede ayudarnos a alargar nuestra vida.Tener una mascota nos mantiene más activos, reduce los niveles de estrés con lo que reducirás el riesgo de padecer enfermedades del corazón.¡Podrías vivir más años sólo por pasear a tu perro a diario! Y, sin lugar a dudas, su compañía te ayudará a sentirte más feliz.
Más allá de las cuestiones puramente afectivas −que determinarán que la mascota acabe siendo uno más de la familia− se han podido observar los beneficios directos en diversos aspectos para las personas que acogen a un animal. De este modo, se ha visto que las mascotas pueden ayudar a reducir el estrés. En el caso de los perros, favorecen el ejercicio físico cuando se sacan a pasear. También fomentan la socialización y el contacto con otras personas de la vecindad, por lo que se puede afirmar que reducen la soledad. Por todo ello, los animales de compañía son muy recomendables en situaciones de separación, divorcio, pérdida de un ser querido, depresión, etc.
Además, hay un beneficio para la comunidad derivado del contacto entre los vecinos que pasean perros, lo cual favorece un vecindario que se conoce más y que comenta y comparte sus inquietudes y problemas.
También se ha observado un beneficio directo del uso de animales de compañía en el tratamiento de algunas enfermedades y trastornos del comportamiento, en personas con discapacidad, autismo, así como su uso en residencias de ancianos, donde tiene un efecto muy positivo.
Teniendo todos estos aspectos en cuenta, tener una mascota puede ser una experiencia gratificante, que mejore, incluso, nuestro estado de salud y nuestro bienestar.
Una mascota nunca debería acabar convirtiéndose en un problema que nos quite el sueño y que nos lleve a abandonarla. Él nunca lo haría.
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