¿Te imaginas una vida sin papel higiénico?

LECTURA.- El papel higiénico es definitivamente una de las muchas cosas que damos por sentado. Cuadrados suaves y perforados conectados entre sí en un rollo largo de papel de dos capas, convenientemente diseñado para que se desenrolle con un suave tirón, es una invención relativamente nueva. Con algo tan común, es difícil imaginar la vida sin él y apreciar su genial diseño.

Hasta 1888, la gente tenía que idear algunas ideas creativas para limpiarse. 

Esto a menudo involucró una gran cantidad de materiales que suenan incómodos, que incluyen, entre otros: palos envueltos en tela y sumergidos en agua, hojas, trapos o en el peor caso una mano desafortunada.


Antes de la invención del papel higiénico se utilizaban materiales diversos como lechuga, trapos, pieles, césped, hojas de coco o de maíz. Los antiguos griegos se aseaban con trozos de arcilla y piedras, mientras que los romanos se servían de esponjas amarradas a un palo y empapadas en agua salada. Por su parte, los inuit optaban por musgo en verano y por nieve en invierno, y para la gente de zonas costeras la solución procedía de las conchas marinas y las algas.

En higiene personal las clases sociales estaban bien delimitadas. Los antiguos romanos de las clases pudientes utilizaban lana bien empapada en agua de rosas, mientras que la realeza francesa utilizaba nada menos que encaje y sedas. La hoja de cáñamo era el más internacional de los materiales utilizados por los ricos y poderosos.

Fue en 1880 cuando los hermanos Edward y Clarence Scott comienzan a comercializar el papel enrollado que hoy conocemos. Una presentación en sociedad llena de obstáculos dados los muchos tabúes que rodeaban al nuevo producto. Por la época se consideraba inmoral y pernicioso que el papel estuviera expuesto en las tiendas a la vista del público en general. Desde este momento, el uso de papel higiénico se generalizó en todo el mundo. 

Pero el papel de los orígenes no era el producto suave y absorbente de nuestros días. En 1935 se lanza un papel higiénico mejorado bajo el reclamo de "papel libre de astillas". Esto nos hace deducir que lo habitual de la época era que el papel higiénico contara con alguna que otra impureza.

La importancia del papel higiénico en nuestros días es incuestionable, testigo de ello es el reconocimiento recibido por Kimberly-Clark en 1944 a cargo del Gobierno de los Estados Unidos. El motivo de dicho reconocimiento fue (citamos palabras textuales) ?su heroico esfuerzo en el suministro a los soldados durante la II Guerra Mundial


Como puedes apreciar, los inventos que hoy utilizamos no siempre han existido y por lo tanto tienen una historia que debemos apreciar

Compartir en google+ o Whatsapp

Hey... soy AGNUS® online

Soy AGNUS online. El Medio Digital que comparte los hechos y todas las curiosidades que ocurren en la red al estilo que siempre me ha caracterizado.
    Comentario
    Comentario Facebook

0 Comentarios:

Publicar un comentario