LECTURA.- Aunque muchos despidos ni te los esperas, ni los ver venir, en otras ocasiones te das cuenta de que ya no cuentan contigo, porque previamente, aparecen muchas señales que nos ponen en alerta.
Te sientes menos importante? ¿Tus subordinados han sido transferidos a otros gestores? ¿Han reasignado tus proyectos a otros colegas? Si es así, podrías estar a punto de ser despedido en cualquier momento. Actualmente, la inestabilidad laboral es una de las cuestiones que más preocupa a los jóvenes. El mercado de trabajo es una realidad muy cambiante por lo que siempre se debe estar preparado para los nuevos desafíos que pudieran desarrollarse.
Tener trabajo se siente gratificante, especialmente los días de paga, te hace sentir útil para la sociedad y especialmente, evita toda la ansiedad relacionada con el desempleo y el pago de deudas.
Muchas veces los despidos llegan sin previo aviso ni anestesia. Pero existen ciertas señalas que delatan que podrías ser desvinculado, las cuales pueden ser pasadas por alto por el empleado.
Si bien estos indicios no constituyen en sí una señal inequívoca de que serás despedido de tu trabajo, pueden servir para estar atento, preguntar directamente al jefe qué es lo que está ocurriendo y tomar las medidas pertinentes, como buscar ofertas de empleo y actualizar el currículum.
A decir de un empleado: “ no sabía que me despedirían de mi empleo, pero las señales son evidentes, ya no te saludan, ya no te toman en cuenta, ya la información no fluye, pero eso uno lo sabe, sabe que un dio entraste y un día saldrás”.
Otro más menciona: “En mi opinión un trabajo se vuelve como un hábito en el que estás acostumbrado a hacer las cosas de una cierta forma y llega la remuneración periódicamente. Cuando pierdes esa comodidad se vuelve una situación de incertidumbre de la cual pocos pueden transmitir o explicar la ansiedad que puede generar y esto a la par te pone a prueba del como asumir o replantear como tomar la situación además de los sentimientos que esto genera.”
Existen diferentes razones por las que un jefe puede querer que presentes tu renuncia, pero las acciones que hará para lograrlo suelen ser similares. Descubre algunas de ellas:
- El jefe te esquiva con cualquier pretexto.
- Y los empleados en general también tratan de evitarte en el trabajo, incluso aquellos a los que considerabas amigos.
- Tu jefe u otro directivo te aplaza o posterga constantemente la fecha de alguna reunión importante que tú les hayas solicitado
- Degradación en el organigrama y/o puesto
- Fiscalización de tu trabajo.
- Te solicitan los contactos de las personas con las que tú habitualmente te relacionabas para trabajar o realizar tus tareas.
- Te dejan fuera de proyectos importantes y en los que claramente tu cargo sería un aporte.Tu trabajo se ha convertido en una misión imposible.
- La relación con tu jefe se ha deteriorado.
- Te solicitan que te tomes todas las vacaciones que tienes acumuladas, sin dejar pendientes.
- Tus tareas diarias son paulatinamente reasignadas a otros empleados.
- Sobre explotación o te piden que brinde reportes detallados sobre manejo de tiempos y gastos.
- Has perdido recursos o te asignan menos trabajo.
- Te sientes totalmente desinformado sobre lo que pasa en la oficina.
- Pérdida de autonomía o tienes menos responsabilidades.
- Tus beneficios comienzan a evaporarse.
- Recibiste un recorte salarial o te pidieron que tomes un tiempo libre.
- Notas más chismes y comportamiento extraño de tus compañeros de trabajo.
- Ahora tienes que reportar tu trabajo con nuevas o más personas.
- Cometiste un gran error que afecta la reputación e ingresos de la empresa.
- Tu jefe va directamente a tus subordinados.
- Ya no te piden tu opinión en decisiones clave.
¿Qué hacer?
Si de plano tienes alguno de los síntomas anteriores, puedes armarte de valor y preguntarle directamente a tu jefe “¿Me van a correr?”. Te puede confirmar tus sospechas, o te puede decir que están planeando ascenderte (como si esas cosas pasaran). Al menos tendrás certeza sobre tu futuro laboral y no tendrás que padecer la tortura psicológica.
Aunque, la peor manera de enterarte si te van a correr, es ver tu puesto ofertado en internet.
Recuerda evaluar la situación: cuál es el motivo por el que quieren que renuncies, tu desempeño, comportamiento, o algo totalmente injustificado; qué sería lo mejor para ti en ese momento. Toma la decisión que más te convenga, tomando en cuenta todos los pros y contras.
En cualquier caso, si te ves reflejado o reflejada, lo primero que te toca es conectar con la calma, no entrar en pánico, no tomar decisiones precipitadas.
Intenta relativizar y sobre todo no caigas en el victimismo. Ahora toca ser fuerte.
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