LECTURA.- El miedo es algo que tenemos los humanos. Se dispara frente a lo desconocido, ante ese proyecto empresarial que quieres poner en marcha. Tu sueño. Pero también se puede convivir con él sin que bloquee tu iniciativa emprendedora.
Miedo al fracaso
Este podría ser el miedo por antonomasia del emprendedor: el miedo a fracasar, a que no salga adelante el proyecto, a equivocarse en el rumbo. Ese fracaso se manifiesta de muchas maneras, por ejemplo en que no le guste el producto y/o servicio a nuestro cliente; en que no sea posible interesar a inversores que participen en nuestra ‘gran idea’, en no atraer profesionales con el talento necesario para formar un buen equipo.
Llámese inseguridad, incertidumbre… La aversión al riesgo es uno de los frenos mentales más poderosos que existe en las personas y que, además, tiene una razón biológica: en el cerebro se activan hasta 24 áreas más ante una situación de resultado incierto que frente a otra claramente negativa. En mi caso, el miedo que aparece siempre cuando empiezo un proyecto es a lo desconocido. Cuando inicias una aventura empresarial no sabes lo que te vas a encontrar, los problemas burocráticos, los financieros… Tienes miedo a las situaciones desconocidas que pueden aparecer, lo que puede sobrevenir o si vas a poder responder ante lo imprevisto.
Los miedos se superan trabajando cada día más y más, y sobre todo buscando asesoramiento de expertos o de socios que ya tenían experiencia en el sector y que han hecho que mi camino haya sido más corto y fácil. Sin olvidar la importancia de rodearte de un buen equipo humano, al que hay que mantener motivado.
Sentir miedo es positivo y es absolutamente normal. El que nunca haya sentido miedo que levante la mano.
Sentir miedo no te convierte en un cobarde ni en una persona débil.
Sentir miedo significa que eres una persona normal, que tiene sus sistemas de alerta funcionando bien para mantenerse a salvo de peligros o riesgos.
No hay un método único para enfrentar los miedos que genera el emprendimiento ya que cada persona requiere estímulos distintos, pero hay algunas técnicas infalibles que te ayudarán a superar con mayor facilidad los temores que habiten tu mente:
Prepárate para el momento: muchas veces el temor se genera en lo desconocido, es decir, en la ignorancia de lo que puede suceder en determinado momento, por eso una forma de vencer el miedo es “tomar precauciones”, por ejemplo, si te atemoriza dar una conferencia practica antes frente a un grupo de amigos. Anticiparte a los inconvenientes que puedes tener en el momento te ayudará a sentirte más seguro al saber que aún en caso de que algo falle, podrás superar la situación.
Identificar la fuente del temor: si el temor es tan grande que te paraliza y no te permite vivir plenamente puedes apoyarte en un experto en psicología que te ayude a identificar las razones por las que no puedes avanzar.
Planifica, planifica, planifica.
Busca toda la información que requieras, y un poco más. Y analízala formalmente.
Todo esto, para reducir los niveles de incertidumbre en tus decisiones.
Mira el mundo con un optimismo realista y no te dejes vencer por el fatalismo.
Reconoce tus logros.
Pide ayuda cada vez que sea necesario.
Trabaja en fortalecer tu autoestima.
Estudia y aprende cada día.
Pero, sobre todo, comienza por aceptar a tus miedos y aprender a reconocerlos. Sólo así podrás superarlos.
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