Sobre prácticas profesionales

LECTURA.- Entre los significados de la noción de práctica, se encuentra la acepción como un entrenamiento o un ejercicio que se lleva a cabo para mejorar ciertas habilidades. Una práctica profesional, por lo tanto, consiste en el ejercicio temporal de una profesión bajo la tutela de algún tipo de entrenador o maestro.

La práctica profesional, por lo tanto, suele constituirse como el primer paso de un estudiante o de un recién graduado en el mercado laboral. Se trata de una etapa que combina cuestiones típicas de un empleo (la necesidad de alcanzar un cierto grado de productividad, la obligación de acatar las órdenes de un superior, etc.) con elementos más vinculados a la formación y al aprendizaje.

Para una empresa, ofrecer una práctica profesional constituye la oportunidad de formar empleados que luego se incorporarán a la plantilla permanente. Por otra parte, es también una manera de ahorrar costos, ya que los practicantes pueden trabajar ad honorem o recibir una paga simbólica a pesar de desarrollar tareas de importancia dentro del trabajo cotidiano de la firma.

Uno de los objetivos fundamentales de muchas compañías a la hora de llevar a cabo campañas de práctica profesional es la búsqueda de personal sin vicios provenientes de la forma de trabajar de sus competidores; formar a un individuo que nunca antes se ha desempeñado en un determinado puesto acarrea el beneficio de poder explicarle el modo en el cual debe trabajar, los límites que debe respetar, etcétera.

Si estás a punto de iniciar tu primera práctica profesional y los nervios y la ansiedad no te dejan tranquilo, lee con atención los siguientes consejos de un experto en el ámbito de la búsqueda y selección de talentos.

La práctica profesional es una etapa importante que, de ser realizada en forma sobresaliente, puede traducirse en una oferta de trabajo concreta para quien la realiza entregamos un listado de las cosas que se deben evitar en ella:

1. Ser impuntual. No respetar los horarios, ya sea de ingreso al trabajo o de inicio de las reuniones en donde se deba participar, sólo perjudican la imagen del practicante y su grado de responsabilidad. 

2. Despreocuparse de la presentación personal. El practicante no puede quedarse “pegado” en el lugar donde estudia, debe entender que entró al mundo laboral y que su presentación personal debe ser acorde a las circunstancias. “La presentación es la primera impresión que una persona puede causar en forma positiva, por ende, tiene que proyectar que será un gran potencial, sólo con verlo”.

3. Desaprovechar el tiempo. Esto se traduce en que el practicante no planifique, adecuadamente, las tareas asignadas durante esta instancia y en que no priorice aquellas actividades que sean más relevantes y/o urgentes que otras.

4. No escuchar. Una de las principales claves para el aprendizaje verdadero consiste en escuchar y observar a quienes tienen más experiencia. Es por ello que los consejos provenientes de personas con más años laborales que el practicante deben ser siempre bien recibidos, sobre todo cuando son desinteresados. Hay que evitar cualquier tipo de distracción que impida el buen desempeño de las tareas asignadas.

5. No preguntar en momentos de duda. Si no hay claridad respecto a alguna de las tareas o funciones que le han asignado al practicante, la obligación de éste es preguntar a su jefe o supervisor. La retroalimentación es clave para despejar dudas y cumplir con lo esperado.

6. Ser soberbio. La humildad hace grande al practicante y le permite seguir superándose profesionalmente. De lo contrario, no avanzará y se estancará.

7. Ser Negativo. El practicante debe dejar atrás el miedo a lo nuevo y canalizar las energías en pos de un trabajo que sea bien realizado. “Mantener el optimismo influye en el ánimo y comportamiento de la persona, así como en su desempeño. La buena disposición también ayuda. La negatividad reduce las oportunidades de éxito”.

8. No aplicar los conocimientos. La práctica profesional es la “prueba de fuego” para usar lo aprendido hasta ese momento por los estudiantes. No usar los conocimientos es desaprovechar una gran oportunidad que quizás no se vuelva a repetir.

9. No aprender de los errores. Siempre se puede sacar una lección de todas las situaciones que se pueden enfrentar, incluso si se trata de hechos negativos. Todo va a depender del prisma con el que se analicen.

10. No descansar lo suficiente. El practicante debe entender que, si bien la práctica es un trabajo temporal, hay que ser disciplinado con los horarios de descanso. Esto permitirá que se desempeñe con las energías necesarias para cumplir con las expectativas que se tienen sobre él.


Cómo detectar unas prácticas en empresa abusivas

Desgraciadamente, las situaciones abusivas en las prácticas de empresa están a la orden del día, y aunque cada vez estén más reguladas, hay ciertos aspectos que debes aprender a identificar:

1. Estás realizando unas prácticas no laborales y cuentas con una titulación oficial.

Siendo titulado, las prácticas que realices deberían ser laborales, pues cuentas con los conocimientos necesarios y con las acreditaciones pertinentes para llevarlas a cabo. La alternativa en este caso tendría que ser, por ejemplo, un contrato de trabajo.

2. Estás realizando unas prácticas extracurriculares y todavía no te has graduado.

Estamos hablando de las prácticas extracurriculares, esas prácticas por las que el becario no cobra nada ni cotiza (por no contar aún con la formación pertinente) pero tampoco se incluyen en su plan de estudios. Las prácticas realizadas por no titulados deberían ser siempre, por lo tanto, curriculares. Esto quiere decir que, al hacerlas, estamos completando de forma oficial nuestra formación, adquiriendo a cambio una serie de créditos. 

3. Llevas más de 9 meses trabajando como becario

Una gran cantidad de expertos en recursos humanos opinan que un becario que lleva trabajando en la misma empresa más de 9 meses, está listo para ser contratado. Si sus jefes están contentos con el desempeño de su actividad, no hay razón para seguir manteniéndolo bajo la figura de becario, a no ser que lo que se esté produciendo sea un abuso.

4. Tienes las mismas responsabilidades que un empleado normal y corriente

Es en este último punto en el que deberás extremar la alerta, pues no es poco habitual que a un becario se le vayan adjudicando funciones hasta recopilar las mismas responsabilidades que un empleado normal. Esto algo es irregular, pues se entiende que al becario no se le convierte en contratado porque todavía no tiene las competencias suficientes para serlo.

5. Realizar actividades ajenas a tu perfil.

El hecho de que salgas a buscar una empresa no obliga a que te vuelvas auxiliar de todos y de todo.  Una práctica abusiva es que, lejos de aprender sobre tu propia carrera o perfil en la empresa donde realices las prácticas, te asignen tareas muy distintas  a las que le asignarían a alguien que ya esta contratado.  No digo que no haya que limpiar tu área laboral o manterla organizada, pero si te ponen a hacer sólo el aseo de áreas comunes o solo a arreglar desordenes de archivo que nadie contratado quiere hacer es una clara señal de alerta.

Jornadas laborales excesivas de trabajo, falta de implementos para trabajar y hasta acoso sexual son abusos que algunos de los practicantes país soportan para quedarse en las empresas o por miedo a sus jefes, según expertos. 

Si el alumno está siendo víctima de un mal empleador durante sus prácticas profesionales, en la mayoría de las universidades el conducto regular es hablar primero con el jefe inmediato y reportar la situación a su institución educativa.

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