LECTURA.- El tinaco debe limpiarse por lo menos dos veces al año, esto por cuestiones de salud e higiene. Lamentablemente esto pasa desapercibido para la mayoría de los mexicanos, ya sea por falta de tiempo o desinformación.
Limpiar los contenedores de agua es una cuestión de higiene y de prevención de enfermedades.
Es normal utilizar agua todos los días y olvidarnos de dónde proviene. El hecho es que, en la mayoría de los hogares, los tinacos y las cisternas son su primer destino.
Con el uso frecuente, los tinacos pueden recolectar y almacenar partículas que sean arrastradas por el agua hasta el mismo, estas partículas pueden desprenderse de las tuberías o pueden filtrarse desde el exterior hasta el interior de las mismas. Si dejas por mucho tiempo tu tinaco sin limpiar, te darás cuenta de que el fondo comienza a cambiar de color tornándose gris o café, y en ocasiones más graves, incluso puede agarrar una tonalidad verdosa, sobre todo en las paredes.
Al vaciarlo y sacar toda el agua, podrás notar que este fondo queda sucio, se siente resbaloso y cuenta con la presencia de tierra. En zonas donde el agua se considera más dura o está más contaminada, podrás incluso notar la presencia de minerales que forman una especie de sal e incluso, pequeñas piedras. Estos son los sedimentos que de no retirarse, pueden llegar a bloquear tus tuberías o incluso, pueden llegar hasta el agua que te tomas, dejándote un mal sabor.
La necesidad de limpiar los tinacos se da primero por una cuestión de salubridad. Estas partículas pueden poner en riesgo tu salud y la de tu familia, ya que al tomarla, podrías adquirir alguna enfermedad, como por ejemplo, cólera, fiebre tifoidea y diarrea, entre otras.
El desinterés de dar mantenimiento a los sistemas de almacenamiento de agua es un riesgo potencial para la salud, debido a las bacterias y los virus que se desarrollan en ese ambiente.
¿Cómo saber que ya es momento de limpiar mi tinaco?
Los tanques de almacenamiento de agua pueden actuar como caldo de cultivo para todo tipo de bacterias, lo que hace que el entorno del tanque de agua sea susceptible de contaminarse. Además, los depósitos de suciedad, moho y sedimentos tienden a acumularse en el tanque de agua, haciendo que el agua no solo no sea apta para el consumo, sino también para el uso diario.
Hay tantas enfermedades transmitidas por el agua y algunas de ellas son incluso fatales. El agua contaminada puede provocar enfermedades como diarrea, cólera, fiebre tifoidea y envenenamiento por plomo. Recuerda que el simple acto de limpiar un tanque de agua puede ayudar a proteger a tu familia de enfermedades transmitidas por el agua.
El no hacer esa limpieza genera la proliferación de virus, como el de hepatitis A y rotavirus, algunas bacterias que causan enfermedades en la piel; E-Coli, salmonella y parásitos que causan infecciones gastrointestinales.
Una prueba para verificar que aún no es momento de limpiar tu tinaco es asomarte y verificar que puedas ver con claridad el fondo de tu tinaco. Si empiezas a tener dificultad o el agua no se ve enteramente cristalina, será momento de poner en marcha el sistema de limpieza de Tinacos.
Otro buen consejo es llevar la cuenta del tiempo que pasa entre una limpieza y otra, por lo que puedes anotar en un calendario cuándo fue la última vez que lavaste el tinaco y así sabrás cuándo es momento de hacerlo de nuevo. De igual manera, muchas personas prefieren agendarlo para que dos meses del año lleven a cabo esta tarea, por lo que ellas ya saben que ciertos meses, por ejemplo, enero y junio, tienen que agendar su limpieza de tinaco.
Una vez que tienes en mente una fecha para limpiar tu tinaco, la realidad es que el proceso puede resultar bastante sencillo y nada tedioso.
Recomendaciones
Limpia los sistemas de almacenamiento de agua cada seis meses.
Algunos tinacos cuentan con aditamentos que ayudan a reducir riesgos —como filtros—. ¡Úsalos!
Si vas a comprar un tinaco, elige uno que tenga una capa antibacterial que evita la reproducción de microorganismos en el interior.
Para la limpieza, se aconseja cerrar la llave de paso unos días antes, con el fin de que se vacíe y no se desperdicie agua. No olvides dejar un poco de líquido para cepillarlo. Usa una escoba dedicada únicamente para este fin, así evitarás añadir basura. Finalmente, enjuaga y vacía por completo para llenarlo nuevamente.
El mantenimiento periódico de tu tanque de agua es mucho más rentable que el costoso trabajo de reparación de última hora. El mantenimiento regular asegura que proporcione agua limpia en todo momento y que funcione a niveles óptimos. Hazlo dos veces al año y su rendimiento será mayor.
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