Conversaciones que no deberías tener con tus hijos o hijas

LECTURA.- Ser papás es lo máximo, ¿verdad? Un torbellino de emociones, risas, llantos y, por supuesto, ¡muchas conversaciones! Pero, en este sube y baja de charlas, hay algunos temas que es mejor dejar para otro momento o, incluso, evitar para siempre.


¿Te suena familiar esa vocecita que pregunta "¿De dónde vienen los bebés?" o "¿Por qué la abuela ya no está con nosotros?". Son preguntas difíciles, lo sé, pero responderlas con honestidad y cariño es fundamental para construir una relación de confianza con nuestros hijos.

Sin embargo, hay otros temas que, por más que nos duelan o nos enojen, es mejor mantenerlos alejados de las orejas de nuestros peques. Te cuento cuáles son y por qué:

1. Problemas de pareja: Las discusiones, peleas o desacuerdos con tu pareja no son plato de buen gusto para nadie, y menos aún para tus hijos. Exponerlos a este tipo de situaciones puede generarles inseguridad, ansiedad e incluso miedo.

Recuerda: Es normal tener diferencias con tu pareja, pero siempre es mejor resolverlas en privado y con respeto.

2. Dificultades financieras: Los problemas de dinero son una realidad para muchos, pero no por eso tenemos que cargar a nuestros hijos con esa preocupación. Compartirles detalles sobre deudas, dificultades para pagar las cuentas o la inestabilidad laboral puede generarles estrés y afectar su autoestima.

Mejor idea: Habla con ellos sobre la importancia del ahorro, el trabajo duro y el manejo responsable del dinero, de una manera adecuada a su edad.

3. Críticas a familiares o amigos: Es importante que nuestros hijos crezcan en un ambiente donde se fomente el respeto y la tolerancia. Hablar mal de otros familiares, amigos o conocidos, da un mal ejemplo y puede dañar las relaciones que ellos mismos tienen con esas personas.

En su lugar: Enfócate en los aspectos positivos de las personas y enséñales a tus hijos a resolver sus propios conflictos de manera respetuosa.

4. Tus propios traumas o experiencias negativas: Si bien es importante que nuestros hijos sepan que no somos perfectos y que hemos pasado por momentos difíciles, compartir detalles dolorosos o traumáticos de nuestra vida puede ser demasiado para ellos.

Mejor alternativa: Espera a que sean mayores y puedan comprender mejor estas situaciones. Mientras tanto, enfócate en compartir experiencias positivas y valores que les ayuden a enfrentar sus propios desafíos.

5. Tus expectativas o sueños rotos: Todos tenemos sueños que no se cumplen, pero eso no significa que tengamos que transmitirles esa frustración a nuestros hijos. Presionarlos para que sigan un camino que tú no pudiste o criticar sus elecciones porque no coinciden con las tuyas puede dañar su autoestima y limitar su potencial.

Anímalos a seguir sus propios sueños y apóyalos en el camino, sin importar que sean diferentes a los tuyos.

Recuerda que la comunicación con nuestros hijos es fundamental, pero debe ser abierta, honesta y adecuada a su edad. Hay temas que es mejor evitar para proteger su bienestar emocional y fomentar un ambiente familiar sano y amoroso.

¡Construyamos relaciones sólidas y de confianza con nuestros hijos, basadas en el respeto, la comunicación y el amor!




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